TRUCOS PARA LIMPIAR EL ÓLEO EN LOS PINCELES
Lo más habitual es la esencia de trementina.
Ésta se usa en cantidades mínimas. La idea es mojar un poco las cerdas del pincel para aligerar la pintura sobrante, y cuando esté flojita, quitar el sobrante con un trapo, para luego finalmente, poder lavar el pincel con un poco de jabón en pastilla o lavavajillas.
Tenemos el aguarrás mineral, que obtenido a base de derivados del petroleo. La ventaja del aguarrás es que es más económico. Pero el inconveniente es que no es compatible con algunos medios.
Podemos usar un bote de cristal con tapa para echar un poco de disolvente que nos ayude a tener los pinceles limpios las horas que estemos pintando. Cuando acabamos, podemos dejar tapado el bote para que el disolvente no se evapore y los restos de pintura se posen en el fondo. De esta manera,
De esta manera, en nuestra próxima jornada de trabajo podremos echar el diluyente en otro bote y así tendremos un disolvente prácticamente limpio de los restos de la pintura del día anterior.
Hay disolventes inoloros. También los venden en tiendas de bellas artes.
De esta manera, en nuestra próxima jornada de trabajo podremos echar el diluyente en otro bote y así tendremos un disolvente prácticamente limpio de los restos de la pintura del día anterior.
Hay disolventes inoloros. También los venden en tiendas de bellas artes.
Todos,
tengan o no tengan olor, son productos tóxicos y por tanto tenemos que
tener en cuenta las precauciones que indiquen las etiquetas de
seguridad.
LIMPIAR NUESTRAS MANOS
No debemos utilizar los disolventes para limpiar nuestras manos. Son productos tóxicos y no es recomendable.
Para
nuestras manos podemos usar unos guantes de latex que eviten el
contacto con la pintura, o en caso de que te guste emplear también los
dedos en tu proceso de creacción, yo recomiendo haber hidratado bien
nuestras manos antes de empezar a pintar y cuando hayamos acabado,
lavarnoslas con jabón en pastillas o el mismo jabón para platos.
MEDIO AMBIENTE SIN DISOLVENTES
A
mi me gusta tener un bote grande de plastico para echar en él los restos que
puedan sobrarme, tanto de disolvente, como de papeles absorventes, y no tirar
dichos desechos ni por el retrete, ni por la pila o desague ni a la basura.
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